La formación Candidatura d'Unitat Popular (CUP) anunció que presentará una enmienda a la totalidad del proyecto presupuestario presentado por los dos grandes partidos independentistas y socios de Gobierno, Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya.
Así lo decidieron las bases del partido en una consulta en que los militantes se mostraron favorables, pese a su rechazo inicial a las cuentas públicas, a seguir negociando con los independentistas liderados por el presidente Pere Aragonès.
La portavoz del Gobierno catalán, Patrícia Plaja, lamentó la decisión de la CUP pero se mostró convencida de que "Cataluña tendrá presupuestos" porque "todavía hay tiempo para seguir hablando" hasta el 22 de noviembre, cuando el Parlamento catalán acogerá el debate a la totalidad.
Sin los votos de la CUP, el Ejecutivo regional se ve obligado a buscar apoyos fuera del "bloque del 52%", un término que hace referencia a la suma de votos obtenida por los independentistas en las elecciones catalanas de febrero de 2021.
Entre los posibles aliados están los socialistas catalanes y los progresistas de En Comú Podem (En Común Podemos), formaciones hermanas de la coalición del Gobierno de España formada por PSOE y Unidas Podemos.
Desde el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) consideran que la negativa de la CUP a los presupuestos significa el fin de la mayoría que invistió a Aragonès, el primer presidente de Esquerra Republicana en cuatro décadas.
Tras las elecciones de este año, ERC, Junts y la CUP sumaron 74 diputados en la Cámara catalana, seis más que la mayoría absoluta fijada en 68 y dos más que en la anterior legislatura, algo que fue visto como una consolidación de la mayoría independentista.