La región inicia un mes de gran movimiento electoral: el 7 de noviembre son las presidenciales en Nicaragua y el 14 las legislativas en Argentina. El 21 son las presidenciales en Chile y las regionales de Venezuela; el 28 de noviembre son las presidenciales en Honduras.
En diálogo con Telescopio, el colombiano Javier Calderón Castillo, Magíster en Sociología e investigador del Centro Latinoamericano de Geopolítica y de la Universidad de Buenos Aires, se refirió a que algunos gobiernos regionales buscan mostrarse como una "alternativa" para conquistar votos de cara a los próximos comicios.
El experto opinó sobre una "emergencia mundial del Trumpismo", a partir de la influencia como líder que mostró el expresidente de EEUU, Donald Trump (2017-2021). "Se viene reconfigurando la derecha (...) cada vez más interpela ese pasado que vivimos en América Latina en los años de 1970 de dictaduras, de discursos duros, anticomunistas, de odio y de mucha violencia".
En Chile, recientes encuestas posicionan con creciente apoyo popular al candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien ha defendido las políticas del dictador Augusto Pinochet (1973-1990). Mientras, en Argentina el economista Javier Milei, candidato a diputado en las legislativas, se presenta como la única "opción" del liberalismo en la ciudad de Buenos Aires.
"América Latina tiene un sedimento electoral de derecha que se mantiene, de alrededor de un 20% en todas las encuestas. (...) Hay un grupo de ciudadanos anclado al poder más tradicional, más conservador, más aplastador de la política latinoamericana. Y es un nicho electoral que todavía marca y se convierte en un clivaje al que apelan las derechas cuando están en sus peores momentos", sostuvo Calderón.
Para el entrevistado, gran parte de la derecha ve la confrontación como una táctica política. Y comentó que no solo es el caso del argentino Milei, sino también en Colombia el actual presidente Iván Duque ―como su sector político del "uribismo"― así como en Brasil por parte de Jair Bolsonaro.
"Toda esta suerte de retórica o narrativa de la ultraderecha resulta algo efectiva", apuntó Calderón. El experto afirmó que tal postura "renueva esa confrontación que le llama comunismo a todo lo que no es conservador". Y en este escenario, además "se genera una polarización a la que entran también sectores despolitizados de la política", sentenció.