La monarca de 95 años habló a los asistentes del evento, celebrado en Glasgow (Escocia), a través de un video grabado luego de que la reina confirmara que no asistiría a la cumbre debido a problemas de salud.
En la imagen, se ve al lado de Isabel II, una foto de su fallecido marido rodeado de mariposas. La cabeza de la realeza británica, a su vez, lleva puesto un broche de diamantes y rubíes también con la forma de una mariposa.
Muchos interpretaron la pieza de joyería como un tributo visual al duque de Edimburgo, quien falleció el pasado 9 de abril a pocas semanas de cumplir su centenario. Otras vieron en la mariposa un símbolo del renacimiento de la reina tras la pérdida de su compañero de toda la vida, apuntó The Express.
Sin embargo, la versión oficial de los hechos es otra. Consultado por la revista People, el palacio de Buckingham informó que la elección del broche no tenía ningún significado oculto.
El accesorio, sin embargo, tiene un valor sentimental, ya que se trata de un regalo dado a Isabel II con motivo de su boda en 1947. El broche se lo regaló la condesa de Onslow.
Sea como sea, la reina británica no dejó de mencionar a su difunto esposo en su discurso. La monarca habló acerca de la gran pasión del príncipe Felipe por el medioambiente, una misión que valoraba mucho y que transmitió a sus hijos y nietos.