El 19 de octubre, según el Centro, sobre las aguas del mar Negro fueron detectados varios objetivos aéreos que se acercaban a las fronteras rusas. Para identificarlos e impedir una infracción de la frontera estatal de Rusia fueron enviados dos cazas Su-30.
"Las tripulaciones de los cazas rusos identificaron a los objetivos aéreos como dos bombarderos estratégicos supersónicos B-1B de la Fuerza Aérea de EEUU, acompañados por dos aviones cisterna KC-135, y les escoltaron sobre las aguas del mar Negro", dijeron.
Agregaron que los aviones estadounidenses dieron la vuelta y se alejaron de la frontera rusa, tras lo cual los Su-30 volvieron a su base.
Desde el Centro comentaron que los vuelos de los cazas rusos se efectuaron en estricta correspondencia con las normas de vuelo internacionales y que ninguno de los aviones foráneos entró en el espacio aéreo de Rusia.