Esta enfermedad se caracteriza porque el cuerpo prácticamente no responde a la insulina, la hormona responsable de regular los niveles de azúcar en sangre. O simplemente el organismo no produce la suficiente insulina o las células no pueden utilizarla, y si no se controla a tiempo, puede provocar el aumento en los niveles de azúcar que terminan afectando al corazón, los riñones, los ojos y el sistema nervioso.
Si bien la visión borrosa, cambio de humor, sensación de sequedad excesiva, orinar seguido, hormigueo o entumecimiento en manos o pies y pérdida de peso inexplicable, son síntomas generales de la diabetes tipo 2. Según los estudios citados por Times of India, los hombres tienen el doble de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con las mujeres debido a la diferencia que existe en la distribución de la grasa en el cuerpo.
Los hombres acumulan más grasa visceral en la parte media, esto los haría más propensos a la enfermedad, mientras que las mujeres almacenan grasa subcutánea principalmente en las piernas y las caderas. De acuerdo con las investigaciones, la grasa visceral es más dañina para la salud y metabólicamente es más activa que la grasa subcutánea por eso aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras afecciones metabólicas en los hombres.
Por otro lado, las hormonas sexuales pueden aumentar el riesgo de complicaciones. En el caso de las mujeres si los niveles de azúcar no se controlan a tiempo el efecto protector del estrógeno puede reducirse y ocasionar complicaciones.
Si bien la diabetes tipo 2 afecta a hombres y mujeres de forma diferente, el tratamiento de esta enfermedad es el mismo. Esto incluye cuidar de la alimentación, realizar actividad física con regularidad, evitar el consumo de alcohol y excluir el hábito de fumar que contribuye al riesgo de esta enfermedad.