El propio Griffith admitió haber proporcionado a Pyongyang información básica sobre la tecnología de cadena de bloques y de criptomonedas.
El abogado del hombre, Brian Klein, afirma que su cliente "está sinceramente arrepentido". Se espera que la sentencia se dicte el 18 de enero de 2022. El programador podría enfrentarse a una pena de hasta 20 años de prisión por violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional —que prohíbe a los ciudadanos de EEUU exportar bienes, servicios o tecnología a Corea del Norte— y poner en peligro la seguridad nacional del país.
El desarrollador de ethereum fue arrestado en noviembre de 2019 en el aeropuerto de Los Ángeles luego de tomar parte en una conferencia tecnológica en Pyongyang. Griffith "participó en discusiones sobre el uso de tecnologías de criptomonedas para evadir sanciones y lavar dinero", aunque estaba al tanto de que el país asiático podría utilizar estas tecnologías para evadir las sanciones económicas impuestas por Washington y para financiar el programa nuclear.
Griffith también tenía previsto promover las transacciones con criptomonedas entre Pyongyang y Seúl y trató de convencer a otros expertos estadounidenses de que viajaran al país asiático para promover la tecnología y, por consecuencia, la independencia financiera de Corea del Norte.
Si bien se le negó el permiso para viajar a Pyongyang, Griffith —que reside en Singapur— llegó al país a través de territorio chino.
En el evento, "acordó ayudar a uno de los adversarios extranjeros más peligrosos de nuestra nación", señala la fiscal Audrey Strauss.
Los abogados de Griffith afirman que, a pesar de su participación en la conferencia norcoreana, el hombre "ha hecho importantes contribuciones a la sociedad" y que no brindó ningún servicio a Pyongyang ni proporcionó información secreta porque los datos que compartió se pueden encontrar en internet.