Es habitual que el supermercado Mercadona sorprenda con sus productos novedosos, pero pocas veces un nuevo lanzamiento había generado tanta expectación. Recientemente la compañía ha lanzado bajo su marca Deliplus los Chic*Kles reductores con sabor a menta. El envase contiene 30 grageas y su precio es 3,95€.
Desde que se anunció su venta, muchos clientes lo han estado buscando como locos lo cual ha provocado que en varios establecimientos se agotaran en muy poco tiempo. Algunos de los afortunados que pudieron comprarlo a tiempo, publicaron sus experiencias en las redes sociales mientras que otros, siguen preguntándose en qué establecimiento pueden encontrarlos.
Pero ¿qué tienen estos chicles que les hace diferentes del resto? Tal y como se describe en su caja, están compuestos de zinc y probióticos, lo que podría ayudar a reducir la grasa corporal. "El zinc contribuye al metabolismo normal de las grasas y de los macronutrientes", aseguran. Los fabricantes recomiendan tomar dos dosis diarias y masticarlos durante al menos seis minutos para empezar a notar los resultados.
Asimismo indican que no se debe sobrepasar la dosis diaria, pues un consumo excesivo podría producir efectos laxantes. Eso sí, también avisan que los complementos alimenticios como este no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada.
¿Ayudan a adelgazar?
Aunque Mercadona no asegura como tal una bajada de peso, el exterior de la caja así lo refleja, ya que la imagen principal es un abdomen reduciéndose junto a una báscula y están situados en la zona de suplementos alimenticios del supermercado. Pero, ¿de verdad ayudan a bajar de peso? Sputnik Mundo analiza sus ingredientes junto a un experto en nutrición.
Tal y como aparece en su envoltorio, el principal componente es el zinc. Este nutriente ayuda a las personas a estar sanas. Tanto es así, que un déficit podría producir un retraso en el crecimiento infantil. La cantidad diaria recomendada de zinc en adultos es de 8 mg/día en mujeres y 11 mg/día en hombres. "Cuando el objetivo es bajar de peso, no se trata de aumentar la ingesta de zinc, pues este nutriente tiene poder sobre el sistema inmunológico, no sobre el poder adelgazante", asegura Eduardo de Galdo, dietista y nutricionista. Uno de los chicles posee 1,5 mg de zinc, es decir, que ni siguiendo las recomendaciones de tomar dos por día se llegaría al consumo mínimo recomendado.
"Los alimentos que tienen mayor aporte de zinc son las ostras, pero al ser un producto no muy accesible, yo recomiendo siempre avellanas o almendras", explica de Galdo. "Si al paciente le gusta la casquería, le recomiendo el hígado de ternera. El aporte de zinc será mayor aunque la gran diferencia reside en la capacidad de absorción, que es mucho mejor que en la de los chicles milagro".
"No obstante ", matiza, "el zinc tiene un papel fundamental en nuestra alimentación para el buen funcionamiento del sistema inmune, así que me parece correcto que si no tomamos una gran cantidad de zinc en nuestra dieta lo suplementemos".
Además del zinc, su otro ingrediente estrella es el Bifidobacterium Lactis BPL1 (el probiótico). El nutricionista Eduardo de Galdo afirma que aunque está demostrado clínicamente que el Bifidobacterium Lactis BPL1 nos puede ayudar a mejorar o mantener la microbiota de nuestro organismo y que tiene propiedades para acelerar el metabolismo, estos chicles no nos van a hacer adelgazar.
"Me parece muy interesante que nos recomienden una dosis diaria de estos chicles cuando no son medicamentos", explica. "Entiendo que será cubrirse las espaldas por si alguien ingiere más de la cuenta o simplemente lavarse las manos ante alguna complicación".
Entre sus otros ingredientes está el jarabe de maltitol, que es utilizado en la industria alimentaria para sustituir el azúcar en muchos alimentos y hacer alimentos aptos para diabéticos o sin azúcar. Además, es un alimento que se digiere parcialmente, es decir, que si se toma con regularidad puede provocar un efecto laxante, hinchazón abdominal o flatulencias. Otro es el xilitol, un edulcorante extraído del abedul que es usado en la industria alimentaria para sustituir al azúcar. Por otra parte, están el talco y la cera de carnauba, que se utilizan en los alimentos para poner una capa protectora y un toque de brillo (como en las manzanas y en diversas frutas).
Chicles para la resaca
Sin embargo, estos no son los únicos chicles que se han puesto de moda entre la población. La cadena española Primor vende otros packs de "chicles funcionales" de la marca Wugum que afirman funcionar para mejorar los efectos de la resaca, mejorar las relaciones sexuales y también para saciar el apetito.
El precio por paquete es algo más caro que el de Mercadona: una bolsita de 10 grageas cuesta 3,49 euros. "Los vendidos en Primor (After Drink) se supone que nos quitan la famosa sensación de borrachera o la resaca posterior. Se agarran al producto milagro porque nos meten una dosis de cafeína dentro del chicle y eso hace que el subconsciente de la gente crea que el chicle funciona. Actúa como placebo, porque por sí solo no tiene ningún valor", sostiene.
"Existe un abanico de chicles 'milagro' que simplemente nos hacen creer que actúan como suplementos alimenticios para compensar desniveles que creemos que tenemos en nuestro organismo en los diferentes tiempos de nuestro día a día", reflexiona el nutricionista.
"En mi opinión, creo que cuando algo está de moda se explota hasta que no quedan ni cenizas de lo empezado", agrega de Galdo. "Nos ocurre con todo y también en el ámbito alimentario".