El Club de Valdái organizó este lunes, 20 de septiembre, en Taskent la conferencia "Rusia y Uzbekistán ante los desafíos para el desarrollo y la seguridad en la nueva etapa histórica" en colaboración con el Instituto de Estudios Estratégicos e Interregionales adjunto a la Presidencia uzbeka.
"Estamos al tanto de los preparativos militares de Kiev y de la ayuda que recibe de Estados Unidos y otros países", dijo Rudenko.
El vicecanciller ruso añadió que no se puede excluir nada mientras en Ucrania se mantenga las actuales autoridades, "tomamos en consideración esos preparativos al elaborar nuestros planes militares, pero al mismo tiempo esperamos que en Kiev se imponga el sentido común y no se llegue a realizar el guión militar, concretamente contra Donbás", subrayó.
Rudenko constató que se habla mucho sobre el probable suministro por Estados Unidos del sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro a Ucrania.
"Vamos a ver si se llega a realizar. Pero lo de crearle músculos militares a Ucrania y la ayuda masiva que recibe en eso desde el exterior no contribuye a la solución pacífica del conflicto en el sudeste ucraniano", declaró.
Según el periódico Politico, varios miembros del Congreso de EEUU incluyeron en el proyecto de ley sobre la defensa de 2022 una enmienda que estipula vender o entregar a Ucrania nuevos sistemas de defensa antiaérea y antimisiles, incluida una batería del sistema Cúpula de Hierro.
La Casa Blanca no confirmó esa información, pero Kiev anunció que la Cúpula de Hierro aumentaría la capacidad de combate del Ejercito ucraniano y permitiría proteger las instalaciones de infraestructura de importancia crítica.
Las relaciones entre Kiev y Moscú se deterioraron en 2014, teniendo por fondo la situación en Donbás, donde se proclamaron dos repúblicas populares la tras el golpe de Estado perpetrado en Ucrania en febrero del mismo año.
Las autoridades ucranianas en más de una ocasión acusaron a Rusia de estar inmiscuyéndose en los asuntos internos de su país. En enero de 2015, la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) emitió una declaración en la que calificó a Rusia como "país agresor".
Rusia rechaza esas acusaciones y las califica de inaceptables. Moscú declaró en repetidas ocasiones que Rusia no es parte del conflicto interno ucraniano y está interesada en que Kiev supere la crisis política y económica que se vive en Ucrania.