Los presidentes de España y Cataluña, Pedro Sánchez y Pere Aragonès, se han reunido en privado antes del inicio de la mesa de diálogo sobre el conflicto político catalán. Un encuentro que ha durado cerca de dos horas, tal y como ha explicado el propio Sánchez, que ha agradecido la hospitalidad del líder independentista y expresado su "cariño" por Cataluña.
"Seguimos manteniendo posiciones políticas que están muy alejadas", ha dicho Sánchez durante su comparecencia, señalando que las posiciones son "radicalmente distintas", pero que aún así ambos presidentes han coincidido que la mesa de diálogo es "el mejor camino para avanzar y encontrar soluciones", ya que permitirá continuar adelante "sin poner fechas a la resolución de este conflicto".
"Los problemas de Cataluña no empezaron ayer, por eso hemos decidido trabajar sin prisas, sin pausa pero sin plazos".
"Estamos decididos a recomponerlos lazos. La pandemia ha alterado el orden de prioridades, y la primera es la superación de la pandemia, la otra la recuperación, y que esta sea justa, y los fondos europeos. "Por eso apostamos por la agenda por el reencuentro", ha remarcado.
Además, Sánchez ha explicado que considera que el diálogo entre catalanes es impostergable. Cree que el "reencuentro" con Cataluña es "clave" tras una década de conflicto en torno al proceso independentista y se ha mostrado decidido a "recobrar afectos" entre los catalanes.
Según el líder español, el presidente catalán le trasladó la petición de un referéndum de autodeterminación y amnistía para los encausados independentistas, algo que "no es posible" para el Gobierno de España.
"He escuchado atentamente sus reclamaciones y por eso constato que las posiciones están muy lejos", ha insistido Sánchez.
Por este motivo, el presidente español ha considerado importante comenzar a negociar sobre asuntos donde las posiciones sean "más cercanas" con la "esperanza de llegar a una solución pactada" en un futuro.