La investigación, considerada el estudio epidemiológico más grande en explorar este vínculo, analizó un total de más de 40.000 casos de cáncer diagnosticados en Suecia en la última década y media.
Los científicos encontraron que el uso de antibióticos podría aumentar el riesgo de los cánceres específicamente en el llamado colon proximal. También llamado colon ascendente, esta es la parte de este órgano que comienza en la parte inferior derecha del abdomen y lo conecta al intestino delgado.
"Queda muy claro, cuando miramos los datos, que están muy confinados al colon proximal o del lado derecho", dijo a Live Science la autora principal del estudio Sophia Harlid, investigadora de cáncer de la Universidad de Umea en Suecia.
En el marco de la investigación se descubrió que las personas que tomaron antibióticos durante más de seis meses presentaban un mayor riesgo de padecer cáncer. En comparación con quienes no habían tomado los fármacos, estas personas tenían un 17% más de probabilidades de desarrollar cáncer en el colon ascendente, mostró el estudio publicado el pasado 1 de septiembre en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer.
Los investigadores encontraron, además, que incluso los ciclos cortos de antibióticos suponen un riesgo mayor de cáncer, aunque mucho menor que el observado en el caso de los tratamientos de meses de duración.
Los hallazgos coinciden con los resultados de una investigación similar, de menor escala, llevada a cabo en el Reino Unido en 2019.
El estudio sueco "coincidió con otros datos que estaban surgiendo... lo que en realidad aumenta la confianza de que existe una asociación", dijo Cynthia Sears, autora principal del estudio británico, no involucrada en la investigación más reciente.
Sears apuntó que es importante tener en cuenta que, si bien ambos estudios identifican una correlación, no comprueban que los antibióticos causan directamente cáncer de colon. Existen, sin embargo, teorías sobre cómo estos medicamentos pueden hacer que el intestino proximal quede más vulnerable al desarrollo de cáncer.
"Pensamos que [al tomar antibióticos] desorganizas el equilibrio de la microbiota [intestinal] y esto puede permitir que agentes infecciosos como Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae ganen prominencia donde normalmente serían superados por otros microbios", explicó Sears.
Esto, a su vez, puede aumentar la inflamación en el colon y generar sustancias químicas reactivas que podrían dañar el ADN y generar tumores.
Además, el uso de antibióticos podría hacer que el revestimiento interno del intestino se volviera más permeable, lo que permitiría que las bacterias se infiltraran en las paredes del colon y se unieran en estructuras viscosas llamadas biopelículas. Casi el 90% de los casos de cáncer de color proximal están asociados con estas biopelículas, dijo Sears.
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Aunque el estudio se realizó a larga escala y aunque, según su autora, los resultados "definitivamente apuntan en la dirección correcta", todavía tiene sus limitaciones. Los datos, por ejemplo, no incluían información sobre las dietas, ni sobre los hábitos acerca del tabaquismo o el consumo de alcohol de las personas, los cuales también pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon.
Del mismo modo, los autores tampoco conocen si algunos de los pacientes tomaban antibióticos para una afección subyacente como la enfermedad inflamatoria intestinal, también relacionada con el cáncer de colon. Además, los datos no permiten saber si los pacientes llevaron a cabo el tratamiento de manera correcta o incluso si terminaron el ciclo completo de antibióticos.
Sea como sea, la recomendación de los científicos es simplemente evitar tomar antibióticos cuando no son estrictamente necesarios y prescritos por un médico.