El guepardo tiene el tamaño medio óptimo para alcanzar una gran velocidad, las proporciones de su cuerpo como la longitud de sus piernas y músculos son perfectos para registrar velocidades máximas entre los animales terrestres y llegar a registrar entre 103 y 112 kilómetros por hora, según el Instituto de Biología, Conservación y Zoológico Nacional Smithsoniano.
Si bien se ha demostrado que la velocidad está estrechamente relacionada con el tamaño, el profesor de biomecánica evolutiva en Royal Veterinary College de Londres John Hutchinson considera que existen pocos estudios sobre la velocidad de otras especies que superan al guepardo en velocidad.
"Los guepardos, como la mayoría de los gatos, no son animales de persecución", dijo Hutchinson a tiempo de observar que estos felinos son los más rápidos en la tierra en distancias cortas porque no persiguen a sus presas a altas velocidades durante largas distancias, ya que su estrategia de caza consiste en acelerar y maniobrar rápidamente.
Según recoge Live Science, entre los animales terrestres que se acercan al récord de velocidad del guepardo, quien más se acerca es el antílope americano con una velocidad de 97 km/h y es capaz de sostener una velocidad de 72 km/h durante kilómetros.
Entre las especies con más velocidad en el aire están el halcón peregrino que ha marcado un récord Guinness en velocidad con 389,46 km/h, el vencejo común que vuela a 111 km/h, mientras que el vencejo mongol alcanza velocidades de 169 km/h.
También existen especies marinas veloces como los marlines negros o aguja negra (Istiompax indica) que han registrado una velocidad de 129 km/h, seguido del pez espada y el pez vela que pueden alcanzar velocidades de 97 km/h y 109 km/h, según datos de ReefQuest Centre for Shark Research.