Fueron descubiertas en una fundición construida antes del 770 a. C. en la provincia china de Henan y los arqueólogos creen que eran fabricadas allí y precisan que están hechas de cobre, estaño y plomo.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Antiquity, la fundición funcionaba como una casa de moneda donde se las producía de forma estandarizada y a gran escala. En el lugar hallaron varios objetos, entre ellos: moldes de arcilla, fragmentos de vajilla, vasijas, joyas y otras herramientas.
Según los arqueólogos, la fundición comenzó a fabricar monedas de cobre y estaño en forma de hojas de pala de 14x6 centímetros, pero los ejemplares encontrados estaban rotos, por lo que su altura era de unos 11 centímetros.
Lo curioso es que estas monedas son muy parecidas a los utensilios de labranza reales, pero son demasiado pequeñas y frágiles como para utilizarlas para cavar. Se cree que con el tiempo, estas monedas comenzaron a llevar inscripciones y fueron utilizadas como dinero hasta el año 221 a. C.
Los investigadores sugieren que este tipo de dinero se creó por iniciativa de los comerciantes, aunque existen otras versiones que indican que las monedas de pala comenzaron a fundirse a pedido de las autoridades locales.