"El avión anfibio ruso Be-200 lleva más de 100 horas de vuelo desde que se implicó en la extinción de los incendios en Grecia. Su tripulación, convertida en una brigada de bomberos estos días, realizó 36 salidas para contener los incendios más graves en siete regiones, incluidas las islas de Creta y Rodas [...], más de 400 descargas de agua cuyo volumen total asciende a 2.500 toneladas", comunicó la empresa.
Diseñado para luchar contra los incendios forestales, el hidroavión Beriev Be-200 es capaz de cargar hasta 12 toneladas de agua, recogiéndolas de cualquier fuente sin necesidad de regresar a la base.
El primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, declaró que el país vive una crisis ecológica "sin precedentes" como consecuencia de fuertes incendios y una inusitada ola de calor, comunicó su oficina de prensa.
"El país enfrenta una crisis ecológica sin precedentes, con numerosos incendios de grandes proporciones en distintas regiones, resultado de una inusitada ola de calor que se mantiene durante más de una semana", dijo el primer ministro.
Mitsotakis viajó a la región de Élide, situada en la península del Peloponeso y azotada por los incendios forestales. En particular, visitó la ciudad de Olimpia, donde comenzaron los Juegos Olímpicos hace casi 3.000 años.
El primer ministro agradeció a los bomberos, voluntarios y ciudadanos de a pie por lo que han hecho para aminorar los daños causados por los incendios.
"Gracias a todos los que han luchado por proteger ese lugar sagrado, Olimpia… Afortunadamente, ese territorio y los aledaños están protegidos y no se vieron dañados", apuntó Mitsotakis.
No obstante, dijo que la "lucha continúa y mañana será un día aún más difícil porque pronosticaron vientos más fuertes".
Una canícula sin precedentes en las últimas cuatro décadas, con el mercurio marcando estos días 47 grados Celsius en algunas partes de Grecia, dio origen a múltiples incendios forestales, entre ellos más de 40 registrados en el último día. Cerca de Varibobi, en la periferia norte de Atenas, el fuego se propagó a unas 1,3 hectáreas y redujo a cenizas o destruyó parcialmente 94 viviendas y 82 autos.