Dicho estudio ha determinado que a pesar de mostrar el mismo nivel de habilidades matemáticas y tecnológicas que los niños, la presencia de compañeros de clase ambiciosos e interesados en la ciencia desalienta a las niñas a empezar la carrera en los ámbitos relacionados a estas ciencias (STEM).
La investigadora Janina Beckmann, de la Universidad de Colonia (Alemania), examinó los datos de 8.711 alumnos de 916 clases, con edades comprendidas entre los 14 y los 15 años. A los niños se les preguntó qué trabajo les gustaría tener en el futuro y si eran buenos en matemáticas. Tan solo el 10% de los escolares —el 84% de ellos, niños— afirmó que le gustaría trabajar en las disciplinas STEM.
Paradójicamente, mientras que los niños se sentían más motivados por la presencia de compañeros de clase más ambiciosos e interesados en las ciencias exactas, este factor tenía el efecto opuesto en las niñas. Las escolares que estudian junto a niños más dotados en matemáticas son menos propensas a continuar con la carrera científica.
"Una explicación podría ser que tal vez a pesar de aspirar a ser científicas, las niñas pierden la confianza en sus capacidades si estudian junto a otros alumnos seguros de sí mismos y ambiciosos. Mientras tanto, los niños parecen más propensos a prosperar en un entorno tan competitivo", explica Beckmann.
Y tú, ¿qué opinas? ¿A qué se debe la poca representación de las mujeres en las matemáticas y la ingeniería?