Hoy en día, en el mundo se realizan cerca de 3.500 trasplantes de corazón al año. Sin embargo, hace poco más de 50 años, este tema correspondía exclusivamente a la ciencia ficción. Así que no era extraño que el sudafricano Christiaan Barnard se convirtiera en un verdadero Gagarin de la cirugía por haber realizado el primer trasplante de corazón en una persona, el 3 de diciembre de 1967.
Pero el propio Barnard afirmó: "Si existe un padre de los trasplantes de corazón y pulmón, ese título lo ostenta, sin duda, Démijov".
El cirujano sudafricano se refería al científico soviético Vladímir Petróvich Démijov, a quien visitó en dos ocasiones antes de la operación que lo hizo mundialmente conocido.
A diferencia de Barnard, Démijov no era tan adorado. Muchos lo consideraban como un personaje controvertido y algunos incluso lo llamaban charlatán y rechazaban sus experimentos.
Vladímir Démijov
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Démijov se hizo mundialmente conocido por polémicos trasplantes de cabeza de cachorros en cuerpos de perros adultos. Los siameses artificiales tenían sus vasos sanguíneos conectados y un aparato circulatorio común. Al cachorro se le extraía el corazón y los pulmones y vivía de la respiración y la circulación del perro grande. Los perros sobrevivían después de la operación entre unos días y unas semanas, antes de sufrir un rechazo de tejidos.
Los siameses artificiales creados por Démijov
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En total, el científico soviético realizó cerca de 20 operaciones de este tipo que servían como demostración visual de la posibilidad técnica de trasplantes.
"Papá hizo estos experimentos para demostrar que un órgano incluso tan complejo como el cerebro y la cabeza, de hecho un conjunto de órganos, pueden funcionar correctamente después de trasplante", explica la hija del cirujano soviético Olga Démijova, doctora y profesora en medicina.
Aparte de los experimentos impactantes, Démijov logró llevar a cabo el primer trasplante de corazón adicional en un perro en 1946. El mismo año trasplantó un sistema cardiopulmonar y en 1953 realizó el primer bypass coronario. El cirujano trasplantó riñones e hígados. A lo largo de los años de trabajo logró resultados fantásticos. El perro Grishka al que se le trasplantó un segundo corazón vivió 141 días después de la operación.
Démijov con el perro Grishka
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Vladímir Démijov utilizaba perros en las operaciones porque su sistema sanguíneo es muy parecido al del ser humano.
"Démijov hizo en cirugía todo el atlas de trasplantología a través del experimento", considera el destacado cirujano cardíaco Leo Bokeriya, quien conoció al científico en persona.
El cirujano soviético describió los resultados de sus numerosos experimentos en su monografía titulada Trasplante experimental de órganos vitales, por la cual le fue otorgado un doctorado. Publicada en 1962 en Nueva York, Berlín y Madrid, se convirtió en la primera monografía sobre trasplantología y por mucho tiempo fue la única en el área del trasplante de tejidos y órganos.