Se encontraba en plena ceremonia de boda junto a su futura esposa y ya estaba listo para entregarle el anillo. No obstante, en medio de los votos matrimoniales, cometió un error casi imperdonable.
"Siempre te seré infiel", expresó el novio, preso de los nervios, algo que provocó las risas de todos los asistentes a la solemne ceremonia.
La mujer optó por tomarse el incidente con humor y respondió, a raíz de broma, que "ya no quiere casarse" y "se va". El sacerdote, por su parte, comenzó a rezar el Padre Nuestro, tal vez para prevenir un posible conflicto entre los enamorados.
Esperamos que este divertido lapsus freudiano no haya afectado de ninguna manera a la vida familiar de los recién casados.