La polémica en torno al consumo de carne continúa en España. Las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la reducción de la ingesta de este producto generaron ampollas en oposición y algún miembro del Gobierno, como el ministro de Agricultura, Luis Planas. Una discusión a la que se unió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con una comentada declaración en contra de la propuesta del político de Izquierda Unida. "A mí, donde me pongan un chuletón al punto... Eso es imbatible", dijo el líder del Ejecutivo central desde Lituania.
Pues bien, Garzón ha tenido su turno de réplica. En el programa Al Rojo Vivo, el titular de Consumo ha bromeado acerca de la respuesta del líder de La Moncloa. "Me gusta poco hecho el chuletón", ha replicado el ministro, quien también ha confesado que no se esperaba la contestación de Sánchez.
A pesar de las críticas vertidas contra su persona, Garzón no va cambiar su punto de vista, ni abandonar una línea de trabajo que sigue desde hace tiempo. "Yo no lo voy a hacer en la línea personal, pero creo que el Gobierno tampoco lo va a hacer porque es un Gobierno comprometido con la transición ecológica", ha admitido el ministro.
"Hay que reducir el consumo de carne. Eso no significa no consumir carne, sino que significa consumir de acuerdo con las recomendaciones sanitarias y que, si podemos, que sea controlable el origen y que sea de ganadería extensible, que es la que protege el territorio, el planeta y los puestos de trabajo".
El objetivo de su campaña es fomentar la reducción del consumo de carne para favorecer a la salud de la población y proteger el medio ambiente de los efectos de la industria cárnica. Solo para la producción de un kilo de carne son necesarios 15.000 litros de agua. Una iniciativa que apoyan desde distintos sectores de la ciudadanía, pero que recibe críticas del sector ganadero y de la oposición. Juan Ignacio Zoido, Cristina Cifuentes o Teodoro García Egea lo han hecho con un plato delante de ellos. Sea un escalope o una parrillada.