El excapitán del Real Madrid y de la selección española jugará en el PSG una temporada más de la que le ofreció infructuosamente el equipo merengue antes de que expirase su contrato, el 30 de junio. Su fichaje por el equipo parisino se daba por hecho a falta de concretar los últimos detalles, aspecto que cerró el hermano y agente del jugador, René, entre finales de junio y principios de julio.
Finalmente Ramos pasó el pertinente reconocimiento médico el día 7. Su sueldo de 21 millones por las dos temporadas, según fuentes francesas, suponen una leve rebaja respecto a los emolumentos que cobraba en Madrid, que ascendían a 12 millones anuales.
Su nuevo equipo, que lleva varias temporadas instalado en la élite del fútbol europeo y busca con ahínco en las últimas dos conquistar el máximo trofeo continental, tendrá en el sevillano a un jugador curtido en estas lides y con amplia experiencia en la consecución de grandes títulos, pues no en vano ha ganado cuatro Ligas de Campeones.
Entre viejos conocidos
Anteriormente a la llegada de Ramos, el PSG había fichado ya a jugadores de la talla del holandés Wijnaldum (procedente del Liverpool) y del marroquí Achraf Hakimi (Inter de Milán), este último también con un paso previo en el Real Madrid. El guardameta costarricense Keylor Navas, es otro de los antiguos compañeros que encontrará en el club parisino, como el argentino Di María.
La presencia del brasileño Neymar (con contrato renovado hasta 2025) y del francés Kylian Mbappé (como mínimo seguirá hasta 2022) es tal vez el mayor acicate a nivel deportivo para que Sergio Ramos se decidiera a recalar en el equipo de París, toda vez que no pudo alcanzar un acuerdo con el Real Madrid para la firma de un nuevo contrato. La Champions League es la obsesión del PSG.
Una salida tensionada
Ramos tiene ya 35 años, una edad en el mundo del fútbol prohibitiva para muchos. Al menos para la directiva del Real Madrid, que no aceptó sus pretensiones para renovar su estancia en el club más allá de un año. El tira y afloja empezó a plantearse desde enero.
Las lesiones no ayudaron al jugador en su estrategia. Encadenadas una tras otra, obraron que el defensa central solo pudiera jugar cinco partidos: tres con el Real Madrid y dos con la selección española, de cuyo plantel para la Eurocopa (en la que España finalmente ha llegado a semifinales), fue apeado. Y todo además contextualizado en un curso fatídico para el equipo merengue, que no ha podido ganar ningún título en la temporada 2020-2021. Es decir, según se iba desarrollando esta temporada, Ramos perdió su condición de imprescindible, máxime cuando su sustituto en el Real Madrid (Militao, de 23 años) no ha rendido mal y tiene una buena proyección.
Así las cosas, cuando Ramos aceptó las condiciones planteadas por la directiva del club (solo un año de contrato), este ya no contaba con él de ninguna de las maneras. Su caso recuerda así al de numerosos futbolistas insignes del club blanco, que como Zidane, Casillas, Raúl, Redondo o incluso el entrenador Vicente del Bosque, no pudieron abandonarlo del mejor modo.