"Es de importancia crucial para Rusia tener un equipo propio de alto rendimiento para fabricación aditiva del DNA, presenta inmensas oportunidades para un radical avance tecnológico y la ejecución de las tareas más complejas de tecnologías genéticas", destacó Alexéi Sazónov, jefe de proyectos de Biomedicina de la Universidad Estatal de Tomsk (TGU, por sus siglas en ruso).
Además de este centro científico, se han implicado en la iniciativa la Universidad de Sistemas de Control y Radioelectrónica (TUSUR), también situada en Tomsk, y el Instituto de Biología Química y Medicina Fundamental (ICBFM), con sede en Novosibirsk.
La futura impresora podrá fabricar los llamados oligonucleótidos, o secuencias cortas del ADN, a partir de las cuales será posible modificar la estructura de los genes ya conocidos o construir otros, nuevos.
El primer prototipo del equipo, según las previsiones, estará listo para 2024.
Según Sazónov, la bioimpresión 3D de los oligonucleótidos es una tecnología novedosa, liderada hoy por Estados Unidos y China. A diferencia de los sintetizadores del ADN, que ya están bastante difundidos, en el mundo hay un número limitado de equipos de alto rendimiento para la impresión de secuencias cortas del ADN.
Muchos centros de investigación se enfocan en la impresión de secuencias lo más largas posibles, pero la síntesis química es un proceso complejo y muy costoso. Científicos rusos apostarán por fabricar una gran variedad de secuencias cortas que, como piezas de mecano, se ensamblarían en un ADN largo para diferentes fines.
El proyecto allanaría el camino al desarrollo de avanzados equipos médicos y técnicas efectivas de terapia génica, permitiría crear nuevas agrobiotecnologías, que son clave para garantizar la seguridad alimentaria, y contribuiría a resolver el problema del reciclaje de residuos mediante la modificación del ADN de los microorganismos.
"La dificultad a la hora de crear una impresora del ADN radica en un gran número de barreras tecnológicas. Así, se requieren para este equipo unas toberas con un diámetro de micrones y, a un mismo tiempo, resistentes a un ambiente extremadamente agresivo, así como matrices para el cultivo del ADN. Se encargaría de crearlas la TGU, que cuenta con reputados expertos en materiales", dijo Sazónov.
Investigadores de la Tusur, añadió, se ocuparían de fabricar los dispositivos microelectrónicos y sistemas de posicionamiento de gran precisión, mientras que sus colegas del ICBFM tendrían que desarrollar una tecnología de impresión del ADN y síntesis de los genes.