El estudio incluyó a 14 personas que escribieron un diario de estrés donde describían el nivel de tensión que experimentaban cada semana. Los investigadores compararon los datos de los participantes con el color de su cabello. Así, notaron que existe una fuerte correlación entre los periodos estresantes y el encanecimiento del cabello.
"En un hombre de 35 años con cabello castaño rojizo, cinco mechones de cabello experimentaron una reversión del encanecimiento durante unas vacaciones de dos semanas. Mientras que una mujer de 30 años con cabello negro, tenía un mechón que contenía un segmento blanco que correspondía a dos meses durante los cuales experimentó una separación matrimonial y reubicación, su periodo de mayor estrés en el año", dice el estudio.
Así descubrieron que los cabellos blancos provocados por el estrés pueden recuperar naturalmente su pigmentación según el sexo, etnias, edades y regiones corporales.
El método que usaron los científicos les permitió estudiar el color de los cabellos con gran detalle, capturando imágenes de pequeñas zonas de la cabellera, cada una de solo una fracción de milímetro de ancho y que representan aproximadamente una hora de crecimiento del cabello.
"Quizás haya algo que aprender. Quizás los pelos que se vuelven blancos primero son los más vulnerables o los menos resistentes", reflexionó Martin Picard, psicobiólogo y coautor del estudio.
De acuerdo con el modelo matemático que usaron los científicos, el cabello debe alcanzar un umbral antes de que se vuelva gris. En la mediana edad, cuando el cabello está cerca de ese umbral debido a la edad biológica y otros factores, el estrés lo empujará por encima del umbral y se convertirá en gris.
Desafortunadamente eso no significa que todas las canas puedan volver a su color original, ya que esto solo es posible en las que son ocasionadas por el estrés y no así por la edad.