"Después de estudiar mucho a familias ultrarricas, esto es lo que recomiendo: dejen a sus hijos suficiente dinero como para que puedan hacer cualquier cosa, pero no suficiente como para que puedan no hacer ninguna".
Buffett añade que sus propios hijos "emprenden esfuerzos filantrópicos que involucran dinero y tiempo", que la costumbre de ir pasando la fortuna familiar de generación en generación es una práctica menos común en Estados Unidos que en otros países y que lo será cada vez menos. Al mismo tiempo, cada uno de sus hijos tiene una fundación valorada en 2.000 millones de dólares, que ha sido fundada por el propio Buffett, informó The Washington Post.
A sus 90 años, el famoso inversor se ha deshecho de 4.100 millones de dólares en acciones de su conglomerado de empresas Berkshire Hathaway para donarlos a cinco fundaciones benéficas. Los hijos del empresario, que rondan los sesenta años, no recibirán el 99% de la fortuna de su padre cuando este pase a mejor vida. Las 239.624 acciones restantes de Hathaway también las destinará a causas filantrópicas. Y es que parece que Buffett disfruta con ello.
"Es el acto más fácil del mundo (…) Dar no duele y puede servir para que tus hijos y tú tengáis una vida mejor", resume.
En la carta a sus acciones subraya también que durante las últimas décadas ha acabado acumulando "una suma de dinero casi incomprensible" haciendo lo que le gusta, y todo ello "sin sacrificar nada ni yo ni mi familia". ¿Su secreto? El interés compuesto, una larga trayectoria, fantásticos asociados y un increíble país, expresa.
"La sociedad tiene cómo usar mi dinero", concluye el oráculo de Omaha.