Una mañana que se convirtió en un infierno
En Atenas, un hombre capturó y violó a una trabajadora de la limpieza del edificio de apartamentos en el que vivía. A las ocho de la mañana del 19 de junio, vio a la mujer, de 50 años, limpiando las escaleras de su entrada, "la capturó, la arrastró a su apartamento y la violó siete veces". La rehén solo consiguió abandonar el piso nueve horas después. Pudo escapar de su captor a través del balcón y pidió ayuda a unos vecinos que llamaron a los médicos y a la Policía.
"Estaba muy triste, golpeada y asustada, pedía ayuda. Me dijo: Por favor, ayúdeme, sálveme", cuenta uno de los testigos.
Otra vecina recuerda que la mujer tenía moretones y heridas. Al examinar a la víctima, los médicos concluyeron que tenía una costilla rota.
Si bien los agentes de seguridad acordonaron la casa del agresor, las unidades especiales no dieron con él: lo más probable es que abandonó el edificio a través del sistema de ventilación. Cuatro días después, lo encontraron en un parque de Nea Filadelfia, a las afueras de Atenas. El 23 de junio, fue detenido y arrestado junto a un cómplice.
En agosto de 2015, el agresor, de origen búlgaro, había sido condenado a 12 años de prisión por violar e intentar asesinar a una estudiante. También torturó a su perro. Sin embargo, en 2020, los jueces lo dejaron en libertad condicional.
'Juego de tronos' en la vida real
En el monasterio ateniense de Petraki, un sacerdote ortodoxo arrojó ácido sobre siete obispos que habían convocado una audiencia disciplinaria en la que iban a discutir su posible expulsión de la Iglesia a raíz de un caso de drogas: en junio de 2018, fue detenido por posesión de 1,8 gramos de cocaína.
El exsacerdote que arrojó ácido sobre siete obispos en el monasterio de Petraki
© AP Photo / Petros Giannakouris
Según testigos, el hombre de repente sacó una botella de dos litros que contenía un líquido corrosivo y lo arrojó sobre los clérigos.
"Cuando vi la botella, lo primero que pensé fue que era agua bendita", confiesa uno de los obispos, Artis Kallinikos.
Como resultado del ataque, los obispos, dos abogados y un guardia de seguridad del monasterio fueron hospitalizados con quemaduras de distintos grados. Una de las víctimas tendrá que ser sometida a una cirugía plástica.
El ministro de Salud de Grecia, Vassilis Kikilias, visitó a las víctimas en el hospital. Y el primer ministro del país, Kyriakos Mitsotakis, prometió "ofrecer toda la asistencia médica posible para su rápida recuperación".
Nunca confíes en un extraño
Una vecina de Atenas que se encuentra en el tercer mes de embarazo iba a visitar un taller de reparación de smartphones en la plaza central de Omonia —conocida por las grandes concentraciones de inmigrantes en situación ilegal y drogadictos—, cuando un joven afgano se acercó a ella y la arrastró a un lugar aislado donde la violó.
Inmigrantes ilegales en la plaza Omonia, foto de archivo
© AFP 2023 / Angelos Tzortzinis
La mujer, conmocionada, pidió ayuda a tres pakistaníes que la convencieron a tomar un taxi para ir con ellos al barrio Agios Panteleimonas. No obstante, una vez que llegaron a su destino, la llevaron a un sótano donde la volvieron a violar.
La víctima acudió a la Comisaría local. Varias horas después, los pakistaníes —de 19, 21 y 27 años— fueron detenidos. En cuanto al agresor afgano, sigue en libertad.