El origen de la celebración del tercer domingo de junio se remonta a 1910. Este año se conmemoró el primer Día del Padre en EEUU cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd buscó homenajear a su padre, Henry Jackson Smart.
Sonora quería celebrar la dedicación de su padre, un veterano de la Guerra Civil, quien se quedó viudo después de que su esposa muriera en el parto de su sexto hijo. El hombre se hizo cargo de toda la familia.
Desde 1910, la celebración poco a poco se popularizó en el país. En 1966, el presidente estadounidense Lyndon B. Johnson estableció formalmente el Día del Padre en el tercer domingo de junio. Diversos países del mundo adoptaron la celebración estadounidense durante la época de los 50.
Sin embargo, países como España, Bolivia, Honduras, así como Italia, Portugal, Suiza, entre otros, celebraron el Día del Padre el 19 de marzo coincidiendo con la festividad de San José, padre adoptivo de Jesús de Nazaret.
En Brasil, el festejo es cada segundo domingo de agosto en honor a Joaquín, el marido de Ana y el padre de la Virgen María. Aunque Joaquín y Ana no se mencionan en la Biblia, su historia narra el evangelio apócrifo de Santiago.
El Salvador y Guatemala lo celebran el 17 de junio; en el caso de Nicaragua es el 23 de junio, en Uruguay es el segundo domingo de julio. En Chile el Día del Padre se fija para el 19 de junio pero popularmente se festeja el tercer domingo de junio.
Sea cual sea la fecha, es un momento para reconocer a los papás que, siendo o no biológicos, comparten con las madres las responsabilidades de atención, cuidado, protección y afectividad de los hijos.