En una entrevista con la versión rusa de Sputnik, el banquero recordó que las monedas digitales solo tienen el mecanismo de los registros y la confianza en un algoritmo informático.
"Y nadie puede garantizar que mañana no haya un nuevo bitcóin paralelo, un sistema espejo que devalúe el existente", explicó.
Añadió que existe un gran número de peligros imprevisibles tanto en el mercado de valores, como en el de divisas y al mismo tiempo considera "demasiado pronto para divertirse" con las criptomonedas.
Los primeros bitcoines aparecieron en el 2009, y un año después la criptodivisa se utilizó por primera vez como medio de pago. Su cotización es muy volátil y ha experimentado muchas subidas y bajadas a lo largo de los años.