Al analizar unos fósiles recolectados de sedimentos en el océano Pacífico, unos investigadores descubrieron que, hace 19 millones de años, la población de tiburones en el planeta se redujo abruptamente. La razón detrás de esta extinción masiva recién descubierta todavía se desconoce.
"Es un gran misterio. Los tiburones existen desde hace 400 millones de años. Han pasado por el infierno y han vuelto. Y, sin embargo, este evento acabó con el 90% de ellos", dice Elizabeth Sibert, paleobióloga y oceanógrafa de la Universidad de Yale y autora del estudio.
El descubrimiento se dio de manera casi accidental. Sibert se dedica a estudiar microfósiles de dientes de peces y escamas de tiburón en sedimentos de aguas profundas y sencillamente decidió hacer un registro de la abundancia de peces y tiburones a lo largo de 85 millones de años.
"Era solo para tener una idea de cómo era la variabilidad normal de esa población de animales a largo plazo. Lo que encontramos, sin embargo, fue una caída repentina en la abundancia de tiburones hace unos 19 millones de años. Sabíamos que teníamos que investigar más", compartió la científica.
Según Sibert, el número de muertes de los escualos fue al menos dos veces más grande que el de tiburones fallecidos durante el evento de extinción masiva del Cretácico-Paleógeno hace 66 millones de años. La colisión de un asteroide con la Tierra en aquella ocasión acabó con el 75% de las especies de plantas y animales de nuestro planeta.
Según los investigadores, se desconoce que se haya producido alguna calamidad climática o alteración del ecosistema terrestre durante el período en el que los tiburones casi desaparecieron de la faz de la Tierra.
"Este intervalo no es conocido por ningún cambio importante en la historia de la Tierra, sin embargo, transformó por completo la naturaleza de lo que significa ser un depredador que vive en mar abierto", subrayó Sibert.
Después de la extinción masiva, que probablemente ocurrió en un intervalo de menos de 100.000 años, la diversidad de tiburones en los océanos de la Tierra nunca más fue la misma. Muchas especies de mar abierto desaparecieron por completo. Los tiburones costeros tuvieron un poco más de suerte, apuntan los investigadores. Los linajes existentes en la actualidad se derivan principalmente de esos supervivientes.
Los científicos descubrieron, además que, en las muestras de sedimentos depositadas después del evento de extinción, no había nuevos tipos de dentículos de tiburón. Esto sugiere que desde entonces han surgido pocas especies nuevas de estos escualos.
"Ese es un descubrimiento preocupante, ya que podría significar que los tiburones tienen dificultades para recuperarse de eventos de extinción abrupta y, desafortunadamente, ahora estamos entrando en otro", subrayó ScienceAlert.