Una dieta sana es la prevención más eficaz contra el cáncer, aseguran los médicos.
"Los estudios experimentales han puesto de relieve ciertos alimentos cuyo consumo regular ayuda a reducir el riesgo de cáncer", afirma el oncólogo y cirujano Iván Karasev.
Si no hay contraindicaciones, es mejor tener una dieta variada rica en frutas y verduras.
El ajo, cereales, arándanos, té verde y tomates contienen varios compuestos anticancerígenos que protegen contra varios tipos de cáncer, como el de piel, colon, pulmón, próstata y estómago y mama.
Los antioxidantes que se encuentran en los brócolis y otras coles también pueden reducir el riesgo de tumor de mama.
Algas marinas tienen ácidos en su composición que ayudan en el tratamiento del cáncer de pulmón.
Por otro lado, es importante reforzar el sistema inmunitario e impedir los procesos que pueden desencadenar el cáncer.
El resveratrol, que se encuentra en las uvas, es considerado un fuerte antioxidante que puede prevenir el daño celular. Las semillas de lino contienen lignanos, que pueden tener efectos antioxidantes en el organismo y bloquear o suprimir los cambios cancerígenos. Los carotenoides que se pueden encontrar en verduras de hoja oscura eliminan los radicales peligrosos del cuerpo. Las setas se consideran fuentes de sustancias beneficiosas que ayudan al organismo a combatir el cáncer y a reforzar el sistema inmunitario.
Además, los cítricos contienen limoneno, que estimula las células inmunitarias, como los linfocitos, que destruyen las células cancerosas.