La migración masiva empezó las primeras horas del 17 de mayo, después de supuestos informes de que las patrullas fronterizas marroquíes hicieron la vista gorda a los intentos de sus ciudadanos de cruzar la frontera.
La decisión sería parte de una protesta diplomática de Marruecos contra la admisión en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en un hospital para recibir tratamiento médico por COVID-19.
Centenares de efectivos de la Guardia Civil, la Policía Nacional y el Ejército han sido enviados a la región para controlar la situación.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, afirmó que el país defenderá la integridad de Ceuta "con todos los medios".