La mujer conoció al célebre músico en noviembre de 2010, a través de un amigo, el fotógrafo Tyler Shields. Confesó que el intérprete —cuyo nombre real es Brian Warner— le sedujo con su inteligencia: el día que se conocieron, conversaron sobre la literatura rusa y el cine. Sin embargo, una vez que Ashley se mudó a su apartamento en Hollywood, su relación tomó un giro inesperado.
"Sobreviví a un monstruo", expresa la mujer. La modelo cuenta que Manson la mordió y golpeó cuando tenían sexo y hasta la cortó con un cuchillo con forma de esvástica. Al igual que otras exparejas del rockero, Smithline fue obligada a hacer un "pacto de sangre" con Manson.
Para esto, "le cortó el estómago y bebió su sangre". "Luego, me hizo beber la suya", prosigue la modelo.
El cantante también la agredió sexualmente. La mujer recuerda que un día, "se despertó gritando", pues el músico le había atado los brazos para inmovilizarla y luego la violó. "No dejaba de decirme: 'No puedes violar a alguien de quien estás enamorado'", recuerda Ashley.
El artista también encerró a su entonces novia "más de 100 veces" en un cubículo de cristal que tenía en su dormitorio y que llamaba "la habitación para las chicas malas". Y un día, grabó sus iniciales en su muslo: la mujer todavía tiene la cicatriz.
Smithline admite que Manson "le lavó el cerebro". "Temía por mi vida todas y cada una de las veces que estuve con él”, confiesa la modelo.
Si bien el propio músico rechaza todas las acusaciones y las califica de "horribles distorsiones de la realidad", Ashley no es la única mujer en acusar al músico de violencia y abusos. Aquí puedes leer las historias de otras víctimas del intérprete de The beautiful people.