Wegg y su familia vivieron una verdadera odisea cuando ella contrajo el coronavirus. Sus colegas también la ayudaron uniendo fuerzas para salvarle la vida y lo lograron con esta cirugía.
Su recuperación no ha sido nada fácil, pero su familia ahora se ha convertido en su motor de fuerza para rehabilitarse, aunque está consciente de que aún existe el riesgo de que su organismo rechace los pulmones que le trasplantaron.