Debido a una densa capa de niebla que cubrió la localidad, ubicada al suroeste de Rusia, los organizadores tenían previsto aplazar el partido, pero la árbitra principal del encuentro, Vera Opéikina, optó por dar inicio al juego.
Ya en el minuto cuatro del partido el mediocampo del Dinamo Daniil Bolshunov abrió el marcador. No obstante, el delantero del Essentukí Gleb Solomatin respondió con un tanto solo 10 minutos después.
Lo curioso es que tanto los hinchas en las gradas como algunos de los jugadores sabían lo que pasaba en el campo solo gracias al comentarista. Y es que para entonces la niebla se había vuelto tan densa que la colegiada optó por detener el partido.
El encuentro, que se reanudó más tarde, terminó con empate a dos.