La información genética ha sido obtenida en un cráneo desenterrado en un sitio arqueológico cerca de la capital checa, Praga. Se ha bautizado Zlatý kůň, —"caballo de oro" en checo— y se cree que es el más antiguo genoma de un humano moderno reconstruido hasta la fecha.
De acuerdo con los hallazgos, el cráneo pertenecía a una mujer, la cual tenía un 3% de ascendencia neandertal y que vivió cerca de la época en que los neandertales y los humanos modernos se apareaban, detalló Science Focus.
Anteriormente, la más antigua secuencia de ADN completa de un humano moderno era la que provino de un hueso de la pierna de un hombre. Los restos mortales de 45.000 años de antigüedad se encontraron en la ciudad siberiana de Ust'-Ishim.
Si bien tanto el nuevo genoma como el genoma encontrado en Rusia contenían aproximadamente la misma cantidad de ADN neandertal, los investigadores creen que el genoma de Zlatý kůň podría ser unos cientos de años más antiguo. Esto se debe a que sus segmentos con ascendencia neandertal se mostraron mucho más largos, en promedio.
Los científicos involucrados en la investigación creen que la mujer era parte de una de las primeras poblaciones humanas modernas en Eurasia, las cuales se instalaron allí después de que los humanos modernos abandonaran el continente africano hace unos 50.000 años. Esto, según los investigadores, fue antes de la existencia de las poblaciones que dieron lugar a los actuales linajes europeos y asiáticos, los cuales se dividieron hace unos 41.000 años.
"Podemos decir que vivió de 60 a 80 generaciones después de que los neandertales y los humanos que dejaron África se cruzaran entre sí. Y eso hace que [el cráneo] sea bastante antiguo: el genoma humano moderno más antiguo que se ha secuenciado hasta ahora", dijo el profesor Johannes Krause, autor principal del estudio y director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).
Según Krause, Zlatý kůň pertenecía a una población que se extinguió hace casi 40.000 años y no dejó descendientes genéticos en los europeos o asiáticos de la actualidad.
El estudio se publicó el 7 de abril en la revista científica Nature Ecology & Evolution.