"En su estudio de los pacientes recuperados del COVID-19, los investigadores determinaron que las respuestas de las células T CD8+ específicas del SARS-CoV-2 permanecían en gran medida intactas y podían reconocer prácticamente todas las mutaciones de las variantes estudiadas", dice el texto.
Los resultados indican que la respuesta de las células T en individuos convalecientes, y muy probablemente también de las vacunas, no se ve afectada por las mutaciones encontradas en las tres variantes y, además, debería ofrecer protección contra otras cepas emergentes, añade el comunicado.
Los investigadores explicaron que las células T limitan la infección al reconocer partes de la proteína del virus en la superficie de las células infectadas y atacarlas.
Los NIH hicieron hincapié en la necesidad de realizar más investigaciones, ya que el estudio se basó en muestras de sangre de 30 personas que contrajeron la enfermedad al principio de la pandemia, dice el comunicado.
26 de marzo 2021, 13:57 GMT
En este trabajo, los investigadores trataron de determinar si las células T podían seguir reconociendo las tres principales variantes conocidas hasta el momento:
B.1.1.7, que se detectó por primera vez en el Reino Unido;
B.1.351, encontrada originalmente en la República de Sudáfrica;
B.1.1.248, vista por primera vez en Brasil.