Para Noviercas, como para otras poblaciones rurales, el Teleclub es una especie de ágora moderno. Allí se juntan los vecinos en torno a una barra de bar, una televisión, un futbolín o un pequeño escenario donde representar funciones teatrales o cantar en karaoke. El edificio ejerce igual de centro cultural que de pista de baile.
En este caso, además, lleva el nombre de Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta nació en Sevilla, pero pasó una temporada aquí con su esposa Casta. Por eso, cuenta con una casa reconvertida en museo y este inmueble, que acaba de poner a esta localidad de Soria, al noreste español, en la vanguardia del diseño.
¿Por qué? Su reforma, a cargo del estudio Bizna, ha obtenido una mención especial en los premios Hispalyt y quedó finalista en los FAD Arquitectura 2020. Y aspira a los Premios de la Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, los afamados Mies van der Rohe, que se entregarán en 2022. La convocatoria ha sorprendido tanto a Rocío García y Pedro Torres, responsables de Bizna, como a los residentes en Noviercas, que apenas sobrepasan los 150 en el censo. Todos viven estos días con cierto revuelo, alentados por la lista de candidatos y la atención mediática.
"Se convocó el concurso en 2016 y nos presentamos", relata Torres a Sputnik. Cuando salieron las bases y se postularon, ni siquiera conocían Soria. Tampoco existía la denominación de España Vacía y el ruido social por estos territorios del país que van perdiendo paulatinamente su demografía.
"Llevábamos tiempo trabajando en proyectos de aquí y de fuera y lo que más queríamos era entender la dinámica de la gente. Tampoco sabíamos bien qué era un Teleclub, así que vimos que era un sitio con un papel muy importante. Allí llegaba el correo, el único periódico, estaba el bar e incluso nos contaron que en otra época tenía biblioteca", apunta el arquitecto.
Ver el sitio y su uso les empujó a un diseño versátil. Sintieron la necesidad de crear un espacio ecléctico. "Aquí se hacen desde talleres o celebraciones públicas hasta la continuación de fiestas privadas", arguye el profesional. Rocío García y él, ambos de 33 años, idearon un edificio con la filosofía de conocer el contexto y adaptarse a él. Debido al clima de Soria, incluyeron los denominados "colchones térmicos".
"Es una tierra con mucho sol, de veranos muy cálidos e inviernos fríos. Había que favorecer el equilibrio durante todas las estaciones. Cerramos el norte para protegerlo del viento y abrimos hacia el sur para captar sol. Con una capa de policarbonato se genera un sistema de climatización más sostenible", detalla Torres.
Además, el arquitecto explica que cuentan con un sistema de autoventilación y que la geometría modula la temperatura. "Se puede abrir por completo, ganando los 500 metros cuadrados de la plaza como terraza con techo y los 500 del local que sigan cubiertos", resume. También optaron por rentabilizar al máximo la luz natural. Durante el día, se refleja en el hormigón de los forjados y en el pavimento. Por la noche, los policarbonatos desprenden una luz como de faro.
Lo hicieron con la idea de que la arquitectura tiene que ser respetuosa con el entorno y ajustándose al presupuesto y las posibilidades, resume Torres. Cuando les seleccionaron, entre otros 16 proyectos, se acercaron de nuevo e iniciaron las obras en 2017. Hasta 2019, año en que acabaron las obras y se empezó a mover la biela del éxito. De hecho, ellos trabajaban juntos, pero aún no habían constituido Bizna: les tocó formarla tras los primeros galardones.
"Fuimos el 14 de marzo de 2020 para mandar fotos y videos a los premios de la Unión Europea y no hemos podido volver por la pandemia", lamenta el fundador del estudio, que señala cómo la nominación les ha hecho "trabajar más". "Es, a la vez, una forma de mostrar que la arquitectura puede ser esto y no las megaconstrucciones a las que estamos acostumbrados. Además, en el éxito entra el Ayuntamiento y su apuesta por algo así", zanja.
Desde el consistorio, el alcalde se ha jactado de que el objetivo era renovar este espacio social. Pedro Millán, de 56 años, ha emplazado a Sputnik a replicar la información que se ha publicado en otros medios. Sus últimas declaraciones indican que el concurso era anónimo y con un presupuesto de unos 540.000 euros. El proyecto de Bizna les gustó por ser "apropiado e innovador" y ahora lo ven como un triunfo que atraerá visitantes cuando acabe la epidemia.
Una vecina, que prefiere no ser mencionada, amaina las expectativas y se queja del diseño. "Creo que se hizo más por la idea de fardar que por el uso. Es frío, y no solo por la temperatura", suelta rápido al otro lado del teléfono. A Torres y García, sin embargo, las críticas que les llegan son buenas. "Hemos escuchado varios programas de radio y leído artículos y parece que hay mucha gente contenta, y eso nos anima", resuelve el arquitecto, que ya sabe lo que significa el Teleclub para Noviercas y otros núcleos rurales.