La Lomloe, conocida también como Ley Celaá, sigue en el punto de mira de los partidos de la oposición. Especialmente, las partes del texto en las que se habla sobre los centros de educación especial. Este asunto sigue siendo origen de broncas políticas. La última entre el diputado del Partido Popular Juan José Matarí y la ministra de Educación, Isabel Celaá.
El miércoles 24 de marzo en el Congreso de los Diputados, el parlamentario del PP preguntó a la titular de Educación "por qué el Gobierno legisla al margen de la Constitución". Hacía referencia al mandato constitucional del artículo 9, que obliga a los poderes públicos a promover las condiciones para que la libertad sea real y efectiva, y al artículo 27, que permite a los padres tener libre elección sobre la educación que recibirán sus hijos. "También si esos hijos tienen alguna discapacidad", continuó Matarí. A partir de ahí, el diputado realizó un discurso en defensa de la educación especial, que, según él, la ministra quiere eliminar. Expuso el caso de su hija, quien acudió a un colegio de este tipo. En palabras de su padre, la labor del centro fue fundamental en la integración de la joven en la sociedad.
"No rebaje la calidad de nuestra democracia dificultando la educación de los más vulnerables, dejen que los padres podamos seguir eligiendo la educación que consideramos mejor para nuestros hijos, nuestros hijos sí son nuestros y por eso tenemos derecho a elegir su educación".
La polémica vino con la respuesta de Celaá. "¿De dónde viene usted? ¿De qué lejos viene usted? Usted no tiene ningún contacto con el mundo educativo, ni con los padres, ni con los hijos, ni con los profesores, no sé de qué habla", contestó. La réplica causó revuelo en las bancadas de PP, Ciudadanos y Vox. En redes sociales, no tardaron en llegar las críticas a la ministra.
Al día siguiente, la titular de Educación pidió perdón al diputado. A través de Twitter, Celaá explicó que había hablado personalmente con Matarí. Por su parte, el miembro de la oposición señaló que más que disculparse con él debería hacerlo con las personas con discapacidad. Su partido ya ha registrado en el Congreso una iniciativa reclamando su reprobación.
Y en medio de la discusión, Andrea, la hija con síndrome de Down de Matarí. El líder del PP, Pablo Casado, compartió en redes sociales un vídeo de la joven en el que defendía la importancia de la educación especial. Ella misma agradece al centro al que acudió la formación recibida, básica para ingresar posteriormente en la Universidad Autónoma de Madrid y encontrar trabajo.
"No los podéis cerrar", reclama Andrea. Según la Lomloe, los centros de educación especial no van a desaparecer. El texto dice que el Gobierno garantizará que los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender a alumnos con necesidades educativas especiales. Los colegios centrados en este tipo de estudiantes servirán de referencia y desempeñarán funciones de apoyo. Pero no se menciona el cierre. Las familias que quieran podrán llevar a sus hijos a este tipo de centros, aunque tendrán la opción de matricularlos en colegios ordinarios. En caso de requerirse, un equipo de profesionales ayudará a los padres en la toma de la decisión.
El debate entre Celaá y Matarí ha agitado las redes. La ministra ha sido criticada por los usuarios, pero también el propio PP, acusado de utilizar la imagen de una joven con síndrome de Down con motivaciones políticas.