"No he conocido más que la contabilidad oficial del PP que se remitía puntualmente al tribunal de cuentas", dijo Aznar, que respondió a las preguntas de los abogados por videoconferencia.
Durante su comparecencia, el que fuera presidente del Gobierno entre 1996 y 2004 negó tanto la existencia de esa contabilidad opaca como que esos presuntos fondos ocultos se dedicaran al pago de sobresueldos entre los líderes de la formación conservadora.
"Yo no he recibido ningún sobresueldo siendo presidente del Gobierno ni ninguna otra cantidad que no me corresponda", señaló.
Asimismo, el exdirigente conservador restó credibilidad a los "papeles de Bárcenas", las anotaciones contables que, según la versión del extesorero, detallan el pago de esos sobresueldos a varios ministros de Aznar, entre ellos Mariano Rajoy, que años más tarde sería también presidente del Gobierno.
"Ni conocía esos papeles, ni conozco esos papeles, ni tengo ningún indicio sobre su fundamento", dijo.
En ese sentido, Aznar marcó distancia respecto a Bárcenas afirmando que su papel como líder del Partido Popular y presidente del Gobierno no era "supervisar la labor del tesorero" sino "dirigir el país".
Además, se negó a comentar las palabras de Bárcenas en la primera jornada del juicio —en la que se reafirmó en sus acusaciones— apuntando que no iba a "declarar sobre las declaraciones de otros" porque su función en el juicio es "de testigo y no de tertuliano".
Preguntado por las palabras del exdiputado Jaime Ignacio del Burgo, que en la sesión del 23 de marzo declaró que Aznar autorizó el pago de una "compensación económica" a un compañero de partido, el expresidente también negó las acusaciones, afirmando no haber dado "autorización a nadie para compensar a nadie".
A lo largo de su declaración, Aznar mostró en varias ocasiones una actitud desafiante con los abogados de la defensa y acusaciones populares, de los que señaló sus vinculaciones con otros actores políticos del país, como en el caso de Gonzalo Boyé, letrado del líder independentista Carles Puigdemont.
Por su parte, algunos de los abogados se quejaron por el hecho de que, pese a declarar sólo desde el despacho de su casa, Aznar se mostró en todo momento mostrando una mascarilla, privando a los letrados la posibilidad de analizar con precisión sus gestos y reacciones.
"Yo respeto las recomendaciones de las autoridades sanitarias", respondió Aznar, pese a no existir ninguna norma que obligue a usar mascarilla en casa.
Finalmente, Aznar negó también tener conocimiento de las obras realizadas en la sede del Partido Popular en el año 2006, cuyo supuesto pago con dinero negro es la piedra angular de la causa.
Sobre este asunto, Aznar recordó que en aquella época ya no tenía "ninguna responsabilidad en el Partido Popular" y, de hecho, dijo que se enteró de esas obras "bastantes años después".
Tras la declaración de Aznar, está prevista la comparecencia como testigo de su sucesor como líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español de 2011 a 2018.