"La compra de más sistemas de S-400 traerá serias consecuencias y será causa de medidas más eficaces", dijo Satterfield durante un encuentro con periodistas turcos este 19 de marzo.
El embajador fue citado por el canal de televisión NTV.
Turquía selló un contrato con Rusia en diciembre de 2017 para adquirir varios sistemas S-400, los suministros comenzaron en julio de 2019.
EEUU exigía que Turquía renunciara a ese plan y a cambio adquiriera los sistemas estadounidenses Patriot y amenazó con demorar o suprimir la venta de los novísimos cazas F-35 a la parte turca, así como imponerle sanciones de acuerdo con la ley estadounidense CAATSA (para contrarrestar a adversarios de EEUU a través de sanciones).
En diciembre de 2020 la Administración saliente de EEUU aplicó esa ley y sancionó a las Industrias de Defensa de Turquía y a su dirección. Las sanciones han tensado las relaciones entre Washington y Ankara, pero esta se negó a cambiar su política al respecto.
El 3 de marzo pasado el titular de las Industrias de Defensa de Turquía, Ismail Demir, comunicó que Ankara continúa las negociaciones con Rusia sobre la posibilidad de adquirir el segundo lote de los sistemas rusos S-400 pese a las sanciones de EEUU.