"La causa número uno de la tos crónica es el flujo del ácido estomacal hacia el esófago. (...) Y hay receptores de la tos en el esófago. Se irritan y la persona empieza a toser", explicó.
Según Miasnikov, además de la tos nocturna, el reflujo de ácido estomacal también puede provocar dolor de garganta y ronquera.
Al mismo tiempo, el médico advirtió que es posible que la pirosis no se produzca en esa situación.