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Uno de los submarinos más potentes de EEUU libra una batalla contra unos insectos

Uno de los submarinos más avanzados y secretos de la Marina de Estados Unidos está luchando contra un enemigo inusual: las chinches. Los marineros afirman que la situación es más grave de lo que reconocen las autoridades y que el problema viene de largo.
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El USS Connecticut de la clase Seawolf se encuentra actualmente en el muelle de su puerto base en el estado de Washington, reporta Navy Times. La Armada ha confirmado que los insectos han sido un problema para el submarino, aunque no está claro si la plaga sigue activa.
Las chinches son parásitos que se alimentan de sangre y cuyas picaduras pueden causar irritaciones en la piel. No suelen ser peligrosas si la persona no tiene alergia, pero sí son extremadamente desagradables.
"Las reacciones a las picaduras pueden variar, desde la ausencia de cualquier signo físico a raíz de la picadura hasta una reacción alérgica grave, pasando por una pequeña marca de la mordedura", según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
El Connecticut es uno de los tres barcos de la clase Seawolf que la Marina clasifica oficialmente como submarinos de ataque. Los otros son el USS Seawolf y el USS Jimmy Carter. Los Seawolf son conocidos por ser especialmente silenciosos y por ser capaces de navegar durante periodos muy largos, incluso bajo el hielo del Ártico. El Jimmy Carter es el más sigiloso de los tres y está especialmente equipado para llevar a cabo misiones de espionaje submarino que implican la inspección, manipulación e incluso la recuperación de elementos de interés del fondo del océano.
"La Armada se toma muy en serio la seguridad y la salud de sus marineros", declaró Cynthia Fields, una portavoz de la Armada, a Navy Times. Aseguró que se realizan inspecciones diarias de a bordo que incluyen la búsqueda de chinches en los colchones. Asimismo, los entomólogos de la Armada ponen de manifiesto que adoptaron ya todas las medidas necesarias para controlar las chinches.
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Un submarino de EEUU sale de debajo del hielo en el Ártico | Vídeo
No obstante, algunos marineros han asegurado a Navy Times y al periódico local Kitsap Sun bajo condición de anonimato que el problema sin resolverse y que la dirección de la Marina ha tardado en actuar. Alegan que las zonas de atraque del USS Connecticut están llenas de chinches desde al menos marzo de 2020, cuando el submarino se desplegó en la región del Ártico para apoyar los ejercicios ICEX 2020.
Algunos de los uniformados aseguraban que "los marineros se quejaban de que les picaban en las literas" y que a algunos les "aterrorizaba ser mordidos", según Navy Times.
Al parecer, los marineros dormían en sillas, en el suelo o en otros espacios del submarino como el comedor para evitar ser mordidos mientras estaba desplegado. "Si a alguien se le priva de sueño porque las chinches le están comiendo vivo en su litera, el marine podría quedarse dormido en [los controles] y hacernos chocar con una montaña submarina", señaló un oficial.
Los miembros de la tripulación reconocieron las limitadas opciones disponibles para luchar con el problema mientras el submarino estaba desplegado, pero cuestionaron la respuesta de sus autoridades desde que el barco volvió a casa. También han expresado su preocupación por los problemas en alta mar que podrían haber experimentado por culpa de la plaga.
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Las acciones del Seawolf, el submarino más secreto de EEUU, al descubierto
La Armada ha rechazado las críticas y afirmado que los primeros informes oficiales sobre la presencia de chinches en el submarino no se produjeron hasta diciembre de 2020 y que el problema no se hizo evidente hasta febrero de 2021. Ninguno de los miembros de la tripulación del USS Connecticut tuvo una reacción cutánea significativa a los insectos, subrayó.
Por su parte, los marineros revelan que la Marina requiere evidencia física de los bichos antes de que se puedan tomar medidas, pero que estas son difíciles de obtener. Las chinches completamente desarrolladas solo miden entre cuatro y cinco milímetros de largo y sus cuerpos aplanados les permiten encajar en pequeñas grietas y esconderse.
Algunos miembros de la tripulación del Connecticut también destacaron que sus superiores no estaban de acuerdo con que los esfuerzos iniciales para librar al barco de los insectos mediante la limpieza con vapor y la desinfección no hubiesen surtido efecto. "Nuestros superiores dijeron: 'Si limpiamos y desinfectamos todo esto y alguien señala que hay chinches, están mintiendo'", explicó un suboficial a Navy Times.
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