Una persona puede enfermar de botulismo alimentario después de ingerir alimentos contaminados que no se han cocinado bien o calentado adecuadamente.
Según Miasnikov, los alimentos más peligrosos son las conservas, diversos embutidos y carnes ahumadas. Aunque en el caso de los enlatados, las toxinas botulínicas pueden ser eliminadas al hervir la lata, ya que estas sustancias producidas por las bacterias no toleran las altas temperaturas, pero en el caso de otros alimentos, se corre mayor riesgo.
"¿Y qué pasa con las setas, se preguntarán? Esto es bajo su propio riesgo (…) es como una ruleta rusa", explicó Miasnikov en el canal de televisión Rossiya 1.
Añadió que no hay que olvidarse de los peligros que existen en el consumo de este tipo de alimentos, ya que ni por el olor ni por la apariencia se puede determinar la presencia de toxinas botulínicas.
Miasnikov concluyó que solo una dieta adecuada puede ayudar a reducir el riesgo de infección por botulismo.