Una guardia de seguridad de la tienda se acercó a una compradora, que estaba sin el tapabocas puesto esperando con su carrito de la compra en la fila para pagar, para que pusiera una mascarilla o saliera de la tienda, reporta el medio New York Post.
Como no llevaba consigo ninguna mascarilla, la mujer decidió sorprender a todos a su alrededor con una idea que algunos podrían considerar poco común.
La clienta del supermercado se levantó la falda y se quitó la ropa interior con el objetivo de colocarla de forma que le cubriera la nariz y la boca.
La actitud de la mujer provocó diferentes reacciones por parte de los presentes.
"Bueno, personalmente, lo encuentro aceptable: es una mascarilla. Y, francamente, creo que hay menos bacterias en el tanga que en la mascarilla", afirmó una de las empleadas del supermercado mientras otros no podían dar crédito a lo que veían sus ojos.
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