La escena fue captada por una familia de visitantes del Parque Nacional Kruger (Sudáfrica). Los turistas estaban regresando a su campamento cuando vieron una manada de búfalos. Entre el rebaño, notaron un ternero recién nacido que aprendía a caminar por primera vez. No obstante, pronto el resto de la manada pareció alejarse lentamente, dejando a la madre y a su cría solas.
En algún momento la madre pudo oler algo extraño en los juncos. Comenzó a husmear para finalmente encontrar a un leopardo. Logró ahuyentar al felino, y sin saberlo, se dirigió directamente hacia un león, que se puso a perseguirlos.
El león intentó llegar al ternero, pero la madre mostró todo su instinto protector. Alejó al depredador de su cría mostrando los cuernos y su disposición a iniciar el ataque. No obstante, el león siguió a la pareja durante un largo tiempo hasta que los tres se escaparon de la vista de los turistas y su cámara en los arbustos. El destino del ternero y su madre se desconoce.