"Parece que la Sexta Flota estadounidense en el mar Negro está ansiosa por encontrar un enemigo, pero lo hacen en vano", declaró la diplomática.
Zajárova subrayó que los ejercicios de EEUU tienen una orientación antirrusa.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este mes de febrero que la Alianza había reforzado su presencia allí en respuesta al "fortalecimiento de Rusia en el mar Negro, tras la anexión ilegal de Crimea".
La Sexta Flota estadounidense también informó de unas maniobras conjuntas con Turquía en el mar Negro con la participación de un destructor y dos aviones de reconocimiento.
En respuesta, la Embajada rusa en Washington pidió al Ejército estadounidense que "dejara de hacer ruido con las armas y se ocupara de sus propios asuntos en las aguas territoriales de Estados Unidos".
Se crean zonas de tensión a lo largo de las fronteras rusas, opinó al respecto el coronel retirado Alexandr Zhilin, jefe del Centro de estudios de problemas públicos aplicados de la seguridad nacional.
"La presencia de los estadounidenses en el mar Negro es una provocación", dijo en declaraciones a Sputnik.
Por un lado, nadie amenaza a nadie en el mar Negro, señaló el analista. Pero por otro lado, los estadounidenses están construyendo un centro de control para la Armada ucraniana y están trabajando para garantizar el mantenimiento de sus buques militares en Ucrania.
"Estamos hablando de un intento de EEUU de afirmar que ninguna cuestión grave en esta región se resolverá sin su participación", comentó Zhilin.
Según el experto, esta táctica de Estados Unidos conlleva importantes riesgos.
"Son juegos muy peligrosos porque en cualquier momento, por razones técnicas o de otra índole, puede producirse un suceso: un choque de buques o cualquier otra cosa. Y podría estallar un conflicto que acabaría de una forma muy pero muy triste para el mundo", concluyó.