Los plátanos contienen mucha agua, muy pocas proteínas y grasas y un contenido en triptófano —un aminoácido que ayuda a producir vitamina B3, necesaria para que el cerebro produzca serotonina—, explica la doctora Carmen Gómez Candela, directora de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética en el Hospital Universitario de La Paz (Madrid).
La fibra insoluble no retiene líquidos y, a diferencia de la soluble, casi no es fermentada por las bacterias del intestino. En general, toda la fibra es muy eficaz a la hora de ayudar a hacer la digestión.
La vitamina B6 es otro beneficio importante del plátano. Esta vitamina es fundamental para el metabolismo de nutrientes como las proteínas, los carbohidratos y las grasas y también es responsable por la neurotransmisión a nivel cerebral. Facilita el proceso de transformación del triptófano a la serotonina, relata la doctora. La serotonina, a su vez, es responsable del bienestar emocional. Asimismo, es muy importante en el desarrollo del cerebro en la infancia.
El plátano es una fuente calórica muy importante: una ración de 100 gramos garantiza unas 100 calorías. Al mismo tiempo, tiene un índice glucémico relativamente bajo, por lo que es una excelente forma de recuperar energía. Por eso recomienda la fruta a los deportistas.
"Al tener un contenido muy significante en potasio y otros minerales como el magnesio, en el proceso de recuperación de las pérdidas que se han producido por efecto del ejercicio y la sudoración, es excelente para la recuperación", añade.
¿Cuántos plátanos comer al día?
Las recomendaciones dietéticas aconsejan consumir tres raciones de fruta al día, pero con pausas. Por ejemplo, una para el desayuno, otra para el almuerzo y una más para la cena. Otra opción podría ser una fruta a media mañana, una en la merienda y una antes de acostarse.
Una de estas tres frutas podría ser el plátano. "Hay muy pocas contraindicaciones para el consumo del plátano: personas que tengan un potasio alto por alguna enfermedad como la insuficiencia" resume la doctora.