En las imágenes virales aparece un médico vestido con una mascarilla y unos guantes junto a un maniquí apoyado en una silla y con las piernas estiradas. Luego, el sanitario le baja los pantalones y saca un bastoncillo estéril. Lo inserta en el ano del paciente y lo gira varias veces.
Las imágenes del sencillo procedimiento —que dura apenas unos segundos— se hicieron virales y acumularon más de 1,2 millones de reproducciones en Twitter. Los internautas compartieron cientos de bromas y memes en la publicación:
"Qué día tan terrible para tener ojos"
😳😳😳😳😳!! 🤢🤢 pic.twitter.com/oNrtnxNKa9
Hasta la fecha, los test anales solo se llevan a cabo en varias provincias de China. El método se aplica en ciudades como Pekín y Qingdao (en la provincia de Shandong) entre grupos de alto riesgo; por ejemplo, los extranjeros. Estas ciudades exigen a las personas que llegan al país que se sometan a la prueba antes de completar el período de cuarentena.
Yangzhou, en la provincia oriental de Jiangsu, también adoptó el método en su control rutinario del estado de salud entre algunos trabajadores. Shanghái hizo de la prueba del bastoncillo anal un requisito para dar de alta del hospital a los pacientes con COVID-19 a principios de 2020, pero más tarde dio marcha atrás. Los expertos coinciden en que las pruebas anales son más precisas que los test nasales o guturales, ya que estos ofrecen más resultados erróneos.