Según Zamora, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid, la reciente 'toma' del Congreso norteamericano por los seguidores de Donald Trump es una de las muestras de la creciente debilidad de EEUU, que para "continuar sintiéndose la potencia hegemónica en el mundo", mantiene su "desquiciado gasto militar" a expensas del gasto público. Una situación que castiga sobre todo a sectores como el industrial, agroexportador o de infraestructuras, cuyo voto mayoritario lo llevó al sillón presidencial entre 2017 y 2021.
Una tendencia que ya es imparable y no depende de la figura del inquilino de la Casa Blanca, reproduciéndose así el guion de la desaparición del Imperio británico.
"Inglaterra fue el gran imperio mundial mientras fue lo que le llamaban 'la fábrica del mundo'. EEUU también fundó su poder mundial convirtiéndose en la fábrica del mundo, pero ahora la fábrica del mundo es China, y no es sólo China, sino que hay grandes potencias emergentes como la India, potencias de la calidad de Rusia y otras potencias menores como Irán o Indonesia. Es decir, el mundo se ha fragmentado y eso no tiene reversa. Por lo tanto, este declive continuará, entre otras razones, por las mismas reglas del capitalismo que se rige por los menores costos, y los menores costos de producción están en regiones como Asia", manifestó el analista.
De acuerdo con el también autor del libro 'Réquiem polifónico por Occidente', la política de sanciones y restricciones que viene adoptando EEUU para evitar este escenario está destinada al "fracaso", dado que "el control de los poderes económicos" ya se le escapa de las manos.
"Puede ejercer determinadas influencias a través del dólar, a través de su control de los mecanismos financieros mundiales, pero esto también tiene los días contados", afirmó el experto, al citar el ejemplo de países como Rusia, que está abandonando el dólar, al tiempo que sus reservas de oro baten récords históricos.
Ante ello, Zamora no descartó que Washington recurra a un enfrentamiento bélico, algo que se desprende de los proyectos que se desarrollan desde el Pentágono.
"EEUU está preparando toda una batería de acciones dirigidas a prolongar cuanto sea posible su hegemonía, teniendo como pivote el control del océano Pacífico, y sobre todo, de la zona del mar de la China Meridional", señaló el analista, quien consideró muy probable que los norteamericanos "presionen a los europeos para que la OTAN tome algún papel beligerante en su apoyo, porque ellos se dan cuenta que solos no podrían".
"La duda está en cuánto están dispuestos los europeos a jugarse la cabeza por apuntalar a una potencia en declive", planteó.
Constató, al mismo tiempo, que China y Rusia tampoco se quedan de brazos cruzados frente a esta amenaza, reforzándose militarmente.
Una carrera armamentista entre "las tres grandes potencias" que, a juzgar por los datos oficiales "de los planes militares y de la modernización al máximo de sus Fuerzas Armadas", apunta a un "posible estallido de conflicto" en 2030, advirtió Augusto Zamora.