"La razón por la cual un perro entierra algo es para guardarlo para más adelante", explicó Teoti Anderson, entrenadora profesional y consultora de comportamiento de perros de Florida. "Cuando no sabes cuándo encontrarás tu próxima comida, tiene sentido esconder las sobras", aclaró.
El acto de enterrar huesos es un tipo de almacenamiento de alimentos, para luego tener acceso a esta comida. Es un comportamiento propio de muchas especies de aves y mamíferos que se observa incluso en los antepasados caninos de los perros domesticados, los lobos grises, cuyos instintos de enterramiento heredaron nuestras mascotas caninas.
Los lobos, que son conocidos por sus astutas habilidades de caza, tienden a permanecer en un lugar por tiempo suficiente para devorar por completo a su presa, pero a veces llevan y entierran sus restos, según un estudio de 1976 publicado en la revista Ethology. Los lobos y otros cánidos se conocen por esconder comida en unos escondites ubicados en áreas bastante grandes.
Incluso los cachorros de lobos entierran y desplazan lo escondido para evitar que sea descubierto por sus hermanos. Por lo tanto, cuando los perros exhiben este comportamiento inusual en el patio trasero, están siguiendo su instinto de lobo.
Afortunadamente, la mayoría de los perros hoy en día no necesitan esconder alimentos porque sus dueños los cuidan bien y siempre les dan de comer, pero eso no significa que su impulso natural de guardar cosas para más adelante desaparezca. Al mismo tiempo, a veces el instinto de enterrar algo no tiene nada que ver con almacenar alimentos o protegerlos de los demás.
Según el especialista en el comportamiento de perros César Millán, esta conducta de las mascotas puede ser una forma de saborear los preciados objetos para volver a disfrutarlos más tarde. También puede ser una manera de que los perros aburridos inicien el juego con sus dueños, o un método para aliviar el estrés, asegura Millán.
Mientras tanto, algunas razas, como los terriers, son simplemente más propensas a excavar, ya sea para enterrar alimentos o hacer agujeros sin ninguna razón específica. "A los perros criados especialmente para cazar o perseguir criaturas en sus guaridas a menudo les gusta enterrar juguetes, huesos y dulces", explicó Anderson. "Por lo tanto, no es raro ver a un Dachshund enterrando un hueso debajo de los cojines del sofá", enfatizó. Al mismo tiempo, la especialista agregó que si un perro no tiene instinto de enterramiento, su dueño no tiene ningún motivo para preocuparse.
A menudo los perros visitan los sitios donde esconden sus cosas, pero algunos de ellos entierran un regalo y luego lo ignoran durante una semana o lo olvidan por completo, señaló Anderson.
Si tu mascota no recupera su tesoro, no es porque haya olvidado su localización. Los perros tienen un sentido del olfato increíblemente agudo, aproximadamente 10.000 a 100.000 veces más fuerte que el de los humanos, según una investigación en la revista Applied Animal Behaviour Science, por lo que recordar sus escondites no supone un problema para ellos.
Además de los huesos, los perros pueden enterrar cualquier cosa. "Una vez conocí a uno que enterraba rocas. No tengo idea de por qué estas rocas eran tan especiales, pero eran especiales para él".