Según el analista, el Ojotnik se diseñó como "fiel seguidor" del Su-57, es decir, debe actuar junto con el caza de quinta generación y utilizar todas las armas que tiene el avión.
"Creo que no está lejos el día en que, además de las bombas de varios calibres y tipos, el Ojotnik comenzará a probar esos misiles aire-tierra, que se crean para cumplir los requisitos del avión Su-57", señaló el editor principal de la revista rusa Arsenal Otechestva (Arsenal de la Patria) en declaraciones a Sputnik.
El experto añadió que junto con las bombas de caída libre no guiadas, el S-70 debería utilizar bombas con sistemas de guía láser y satelital KAB-500L y KAB-500S.
El Ojotnik, desarrollado por la compañía Sukhoi, está dotado del mismo motor turbofan que utilizan los míticos cazas Su-27.
En la construcción del dron se usan materiales especiales que lo hacen casi invisible a los radares.
El avión no tripulado está llamado a convertirse en el primer dron pesado de combate de las Fuerzas Armadas de Rusia.
De acuerdo con los datos de fuentes abiertas, el aparato tiene una longitud de 14 metros, una envergadura alar de 19 metros y un peso al despegue de 20 toneladas. La velocidad máxima del dron es de 1.000 kilómetros por hora.
El primer vuelo de Ojotnik tuvo lugar en agosto de 2019.