El ataque del 6 de enero se produjo poco después de que Trump instara a sus seguidores a marchar hacia el Capitolio y "luchar mucho más duro" para anular los resultados electorales. Cinco personas murieron como resultado de la violencia entre los manifestantes y las fuerzas del orden.
Tradicionalmente, la ceremonia de toma de posesión del presidente de EEUU se celebra en el frente oeste del Capitolio.