Durante días, Thorne promovió una fiesta de Fin de Año en un "lugar secreto", donde, según se informó, planeaba regalar 50.000 dólares a los aficionados que ayudaran a dar publicidad al evento en las redes sociales. También iba a haber una lotería para que dos personas ganaran dos noches gratis en el complejo de lujo.
Los informes sobre la fiesta de Bella Thorne terminaron en el punto de mira del público tras la noticia sobre el reciente asesinato de una joven empleada, así como en medio de las preocupaciones sobre las medidas posiblemente ignoradas del COVID-19.
"Están fingiendo que no pasa nada, es como si no pasara nada", dijo una local, Michelle Cuervo, a The Daily Beast, ya que las autoridades locales habían prohibido todos los eventos a gran escala en la región.
Asimismo agregó que la muerte de la empleada de 21 años, Ana Gómez, es una especie de noticia nacional en este momento. La joven desapareció el 18 de diciembre y fue presuntamente asesinada por otro empleado del mismo hotel que trabajó de guardia de seguridad.
El personal del hotel también expresó cierta decepción.
"Aquí la gente está muy triste por la joven y por el Gobierno", dijo un trabajador de Hard Rock a The Daily Beast. "Las fiestas están prohibidas, pero si eres una estrella de Hollywood, puedes hacerlo. Así que esta es la situación... Mientras en la puerta del hotel se manifestaban por el asesinato y la violación de la joven que trabajaba allí, la vida interior sigue siendo normal".