Los investigadores vieron que el origen puede estar en la hormona producida por las células beta del páncreas, que pueden alterar la síntesis de la proinsulina. Esto provoca ciertos desórdenes metabólicos que hacen al organismo más proclive a contraer este tipo de diabetes.
Según el estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la "eficacia" de esta hormona ha hecho que los seres humanos se hayan vuelto evolutivamente más vulnerables a esta enfermedad.
El estudio observó que ninguna mutación puede afectar tanto a la síntesis de la proinsulina como la eficacia de esta hormona para unirse al receptor, puesto que estas funciones requieren características estructurales diferentes que se contradicen entre sí.
La diabetes tipo 2 se caracteriza porque el organismo no tiene suficiente insulina a causa de la alteración en las células beta que impide fabricar la cantidad que se requiere.